Reflexión sobre especismo y colonialismo

Reflexión sobre especismo y colonialismo

Por: Carlos Olivares

 

Hablemos de especismo y colonialismo. La guerra en Gaza no debe pasarnos desapercibida al antiespecismo. En los primeros momentos de bombardeo sobre la población civil de Gaza el ministro israelí de defensa, Yoav Gallant, expresó sobre el pueblo palestino “luchamos contra animales humanos y actuamos en consecuencia”. No sorprende la estulticia racista y especista del militar, pero también desde el veganismo se han expresado justificaciones racistas contra los palestinos.

Animal del zoo de Gaza, víctima de la guerra.

Gary Yourofsky, también ensalza a Israel y condena a los palestinos como “el pueblo más psicótico del mundo”. Israel sería “la nación vegana” porque tiene muchos restaurantes veganos, la proporción de veganos de su población es más alta que el promedio mundial, e incluso tiene el ejército “más vegano del mundo”. Por su parte, afirma Yourosfky, los palestinos serían unos hipócritas por tener granjas de pollos a la vez que se quejan por el apartheid israelí.

¿Existe un antiespecismo antihumano?

La prédica moral descontextualizada es la última palabra del antiespecismo antihumano, y traiciona la propia causa del antiespecismo. La realidad es que Israel es uno de los países que más carne percapita consume en el mundo, y los palestinos son un pueblo asediado por 75 años a quienes les siguen quitando sus tierras de cultivo, reiteradamente les destruyen sus cosechas y ahora viven en un bloqueo total de alimentos. Son un pueblo llevado al límite de la escasez y la supervivencia ¿de que otra manera deberían procurar alimento? La cultura palestina tiene una tradición de  vegertarianismo, desde los esenios en el siglo I. Su rica gastronomía incluye muchos platillos veganos pero ¿cómo espera Yourofsky que los produzcan? Al parecer única manera para él de que los palestinos sean congruentes en su denuncia del apartheid es que perezcan de hambre.

Así esa corriente misantrópica termina lavándole la cara a un régimen que además de racista es profundamente especista, y se cierra al análisis de las condiciones históricas concretas que determinan la explotación animal, en Palestina o en cualquier otro lugar.

Llegados a estos puntos de definiciones, el antiespecismo misantropo guarda silencio al colonialismo y al capitalismo, y por eso no solo es impotente para acabar con la explotación animal, sino que se vuelve cómplice para perpetuar la explotación de los humanos y las demás especies. Una jugada similar a la que tuvo Hitler cuando quiso hacerse pasar por vegetariano y amante de los perros para proyectar una imagen de piedad y pacifismo.

Antiespecismo, antirracismo, anticolonialismo

La lucha de los Palestinos no es por la liberación animal, pero la lucha por la liberación animal si pasa por combatir el fin de los colonialismos para que existan condiciones materiales y subjetivas que permitan eventualmente un sistema alimentario basado en plantas: la tierra cómo bien común para producir alimento necesario, la paz entre especies como escuela de la paz entre humanos, la salud de las demás especies como preámbulo de la salud de la humanidad.

La violencia contra las y los animales es la primera y principal escuela de crueldad para la violencia entre personas. El ejército sionista ha masacrado a más de 3 mil 500 niñas y niños palestinos en tres semanas de conflicto, más que todas las infancias víctimas en guerras en todo el mundo en un año común.

¿Sirve el veganismo antihumanos para justificar esa masacre, en nombre la incongruencia de los palestinos o del despoblamiento humano?

En Gaza se juega no solo la supervivencia de su pueblo sino la perpetuación del orden internacional: la crueldad cómo sistema. La ética que sostiene al especismo no es antropocéntrica, es capital-céntrica, porque se da únicamente para beneficio de los capitalistas, en detrimento de todos los demás humanos y demás especies. Gaza es hoy una fábrica de horror y muerte.  No permitamos que se utilice el veganismo para justificar tales atrocidades.

“Para escribir una poesía que no sea política

debo escuchar a los pájaros.

pero para escuchar a los pájaros

hace falta que cese el bombardeo”

– Marwan Makhoul

 

Viva Palestina Libre, para bien de los palestinos, y para bien de los pájaros.

 

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