Justicia ambiental y especismo: ganadería, la industria de crear escasez 

Justicia ambiental y especismo: ganadería, la industria de crear escasez 

Por: Carlos Olivares

Parte II

 

El consumo de carne en nuestra especie ha sido históricamente el último recurso antes de perecer de hambre.  El consumo de carne surge y se desarrolla en situaciones extremas de carestía, tales como una sequía, una helada o una plaga que destruye la cosecha, donde la trágica alternativa que queda es recurrir a la carroña o al canibalismo. ¿Pero porqué entonces la carnivoría aparece hoy como lo contrario, como signo de opulencia y abundancia, y no de privación y dificultad?

Se le atribuyen a la carne una serie de cualidades que no posee, se genera una ilusión en la que iremos profundizando y que por ahora llamaré “fetichismo de la carne”. Considero fundamental la  comprensión certera del fetichismo de la carne para luchar contra el especismo, pues esa ideología es lo que lo sostiene a pesar de tener en su contra el peso de toda la evidencia médica, ambiental y ética. Comencemos por repasar algunos ejemplos de como el consumo de carne está ligado a la escasez de alimento.

El consumo de carne y hambrunas

Algunas investigaciones colocan el inicio del consumo de carne hace 2 millones de años,  con las primeras glaciaciones. Pero desde el fin de la última glaciación, hace unos 12 mil años, numerosas sociedades del todo mundo desarrollaron de manera independiente la agricultura, dando paso al sedentarismo y las civilizaciones. La columna vertebral de las culturas alimentarias de tales civilizaciones son hasta el día de hoy los granos, el arroz, el trigo, el maíz, entre otros. Sólo las culturas que habitan en lugares extremo calor o extremo frío, tales como los Masaai de los desiertos del Serengueti o los Inuit del Ártico, desarrollaron una cultura alimentaria basada en carne, y por lo mismo nunca desarrollaron poblaciones comparables a las civilizaciones agrícolas. Las demás culturas damos prevalencia absoluta a la agricultura, a una alimentación basada en plantas.

Pero llegamos al día de hoy, donde conviven tensamente la ganadería industrial y la ganadería tradicional. La ganadería tradicional corresponde aún a una economía de escasez: resultado de la marginación histórica de las familias campesinas, han desarrollado la cría de ganado más como una estrategia precaria de ahorro, para vender en caso de emergencia, que para la alimentación propia. Tengo la hipótesis de que si la familias campesinas tuvieran cubiertas sus necesidades de salud, o pudieran ahorrar riqueza en otra forma, digamos por ejemplo en dinero, la preferiría, pues cumple mejor la función de atesoriamiento que animales que se enferman y alimentan constantemente.

 

Otro aspecto de la vida campesina que la orilla a la práctica de la ganadería es la falta del acceso a tierra, que obliga a muchas familias a una migración constante en búsqueda de trabajo. Por ello deben poder transportar su exigua riqueza.  Otro ejemplo es que aún teniendo tierra la familia, las mujeres no tienen acceso a ella, teniendo únicamente control sobre su traspatio, donde recurre a pequeños huertos o granjas avícolas como una manera de apoyar el ingreso y alimentación familiar. Tierra hay, pero mal distribuida lo que genera condiciones artificiales de escasez.

Otro tipo de ganadería es la llamada holística” y falacias similares, con orígenes ligados al militarismo colonial europeo. Dicen emular las antiguas migraciones que grandes mamíferos como los bisontes hacían para pastar, y por ello no implican daño ambiental extra. Dedicaré una columna específica a esta ramificación “buena onda” de la explotación animal, pero en lo que por ahora toca a justicia ambiental solo enuncio que sigue siendo obra de latifundistas, capitalismo verde en la industria pecuaria.

Sin embargo a futuro la tendencia es que el desarrollo de la ganadería industrial aniquile las formas tradicionales de ganadería. A la vez, cada año es más difícil seguir produciéndola por límites ambientales, lo que abre una ventana a una transformación del sistema alimentario.

 

Ganadería capitalista y la escasez artificial

Si definimos la justicia ambiental como el acceso equitativo a los bienes naturales, la producción de carne es la quinta esencia de la injusticia ambiental, porque implica despojo integral del territorio, el acaparamiento en el uso de tierra, agua, energía, del espacio mismo, y finalmente hasta de los propios cuerpos de la fauna que les habita.

La ganadería industrial implica un control absoluto de los cuerpos de los animales, confinándolos  en establos para llevarles ahí la pastura porque dejarles pastar resulta más ineficiente aún. En el encierro todos los procesos fisiológicos se someten al proceso de engorda, desde la reproducción, vacunación, sueño, etc.

Hoy, cuando mayor capacidad hay en la historia de producir alimentos, continúa la amenaza del hambre. Y es que el capitalismo tiene que lidiar con la crisis de sobreproducción, y encuentra en la ganadería, como en la guerra, medios para solucionarlo, un hoyo negro donde quemar la sobreabundancia que produjo y seguir perpetuándose.

Más de la mitad de los granos del mundo se destinan a alimentar ganado estabulado, que aportará solo 13 por ciento de las calorías. Se reduce hasta en 90 por ciento su capacidad alimentaria, es un contrasentido. Desde el punto de vista de la producción de nutrientes, la ganadería no es producción sino destrucción de alimento. No alimenta a la humanidad, alimenta al capital.

Producir carne cada vez más presupone una forma capitalista de tenencia de la tierra y el agua, el latifundio, pero va un paso mas allá a producir un tipo de mercancía  específicamente capitalista, un cuerpo sometido, un consumidor consumido, un sujeto vuelto objeto: el ganado.

Es por eso que la solución ante los tremendos retos que se ciernen sobre la humanidad, como el hambre o la crisis ambiental, no está en mayor explotación de la naturaleza sino en la redistribución de los bienes naturales, con justicia ambiental, la socialización de la tierra, del agua, resultará en un alto a esta destrucción que significa la industria cárnica.

 

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