Ley contra la experimentación animal en México: ¿Qué falta?
Esta semana se conmemora el Día del Animal en Laboratorios (24 de abril), ¿y qué ha pasado con la ley que les beneficia en México? Este año en América Latina se vive con especial actividad. En todo el mundo, son apenas 45 países los que han prohibido las pruebas de animales para experimentación de diferente tipo. Hoy, vemos casos en Chile, Brasil y México (entre otros) que están en proceso de adaptar sus legislaciones a una actualización más ética y consciente con los animales.
La experimentación en animales para la industria cosmética se registra desde comienzos del siglo XX, utilizada para comprobar la seguridad del uso de este tipo de productos en las personas. Si bien es una práctica condenada por la opinión pública, sólo 45 países en el mundo han legislado para prohibirlas.
En América Latina, México, Guatemala, Ecuador, Colombia, Brasil y Chile son los países que han avanzado en la aprobación de leyes que incentiven métodos alternativos al uso de animales y la regulación de estas prácticas para la industria cosmética. Siendo Chile el país más reciente, con una ley promulgada el 27 de enero de este año, que modifica el Código Sanitario para prohibir la experimentación en animales con miras a la elaboración de productos cosméticos, así como la importación y comercialización de estos productos.
¿Qué tiene a la prohibición parada en México?
En México, la legislación fue aprobada y publicada en el Diario Oficial de la Federación el año 2021, a pesar de esto, la Cofepris aún no redacta su Norma de Regulación Oficial, por lo que la ley no ha podido entrar en vigor: “México ha tomado el liderazgo de la exportación de productos cosméticos y de cuidado personal en la región, superando a Brasil el 2022. En el país, el mercado cosmético local ha tenido un crecimiento de un 6,7%, posicionando a la industria como una de las más exitosas del país. Retomar la redacción de la NOM sobre la ley que prohíbe los experimentos en animales es clave para posicionarse como una industria innovadora en el mundo” indicó Nicole Valdebenito, cofundadora y Directora de Concientización e Incidencia de ONG Te Protejo.
A nivel mundial, se estima que al menos 192,1 millones de animales se utilizan para pruebas e investigación en todo el mundo, gracias a una investigación de Cruelty Free International el 2015. Sin embargo, el número exacto es muy complejo de estimar con precisión, porque cada país clasifica a los animales de investigación de manera diferente, y no todos transparentan esta información, por lo que se cree que el total de animales podría ser muchísimo más alto.
Como consumidores podemos aportar a terminar con estas crueles prácticas, escogiendo productos cosméticos, de maquillaje, cuidado personal y del hogar que cuenten con una certificación Cruelty Free, que aseguren que tu producto sea 100% libre de análisis en animales en todo su proceso de producción.
Para conocer la realidad del proyecto en México, conversamos con Nicole Valdebenito, cofundadora y Directora de Concientización e Incidencia de ONG Te Protejo, quien compartió con Veganiza tu Vida sobre los detalles de este proceso legislativo.
¿Cuál es el estado actual del proyecto de ley en México?
– En el año 2021, el Senado aprobó el proyecto de ley que busca prohibir los experimentos en animales para la industria cosmética, tanto en la industria local como en la importación de productos cosméticos probados en animales. En noviembre de ese mismo año fue publicada esta ley en el Diario Oficial Federal.
¿Qué ocurre después de la promulgación?
– La ley tiene un plazo de 24 meses para que la industria cosmética local se pueda adaptar a estas nuevas formas de producción, lo cual significa que para poder comprobar el nivel toxicológico de un producto cosmético se requieren métodos alternativos sin animales. Para que esos 24 meses comiencen a correr, se necesita redactar la Norma Oficial por parte de la Secretaría de Salud y su organismo regulador, la Cofepris. Ese trámite no ha ocurrido, pero este organismo debe redactar la forma en que se fiscaliza que la ley se cumpla. Este es el trámite que falta para comenzar un plazo de 24 meses para que la ley entre en vigor.
¿Este tema tiene presencia en los programas de los candidatos presidenciales?
– Hace poco se publicó una propuesta de cambios constitucionales por parte de la actual Presidencia, donde se incluye un ítem de bienestar animal, principalmente enfocado en animales de compañía, pero desde ahí se puede abrir a la discusión de la sintiencia de los animales. Es importante para las candidaturas el compromiso a este cambio federal. En nuestro caso, la ley está aprobada, sólo se requiere el trabajo ejecutivo de la redacción de la norma.
¿Cuáles son las organizaciones que fueron parte de este proceso?
– La primera presentación del proyecto fue por Animal Heroes, luego la ONG Te Protejo y Humane Society International hicieron cambios al lenguaje legislativo del proyecto, que permita estar alineado con otros proyectos de la región (EE.UU, Brasil, Chile), proyectos más robustos y que tienen el apoyo de la industria cosmética. Estas tres organizaciones hicieron un trabajo de lobby para aprobar el proyecto en Diputados y luego en el Senado.
¿Qué se puede hacer para empujar la promulgación de la ley?
– Lo más importante es presionar a la Cofepris para que redacte esta norma. Luego, sería muy positivo tener una presencia colaborativa, de tal manera que la fiscalización se haga de forma correcta. México tiene el beneficio de contar con laboratorios que realizan pruebas alternativas al uso de animales en cosméticos, que es un escenario que no poseen todos los países de América Latina, entonces es una industria que puede avanzar en este tipo de tecnologías. Considero que esos pasos son importantes: presionar y luego mantener una relación colaborativa para una correcta fiscalización.
¿Cuál es la evaluación de Te Protejo en la realidad continental?
– En América Latina los mercados cosméticos más importantes son Brasil y México, por el volumen de venta y por el índice de exportación, además de aumentar el consumo per cápita de este tipo de productos. Entonces, es importante a nivel de mercado pero a nivel de establecer un ejemplo para el resto de la región al tener desarrollo y laboratorios innovadores en su tecnología que permita realizar pruebas alternativas al uso de animales.
¿Qué características observan en estos procesos latinoamericanos?
– En el caso de México, Brasil y Chile, están relacionados porque Te Protejo y Humane Society International han sido las organizaciones impulsoras, quienes están detrás de la redacción legislativa de los mismos. Hay otros casos en otros países con proyectos de ley que al momento de entrar en rigor no cumplen con su finalidad, que en este caso es prohibir la experimentación en animales. Surgen vacíos legislativos que permiten este tipo de pruebas en la industria cosmética. Nosotros nos encargamos de que no sólo los productos finales que vemos a la venta sean los que no requieren testeo animal, sino también los insumos que se venden dentro de la industria y la política de importación de este mercado. Estos países son los casos más robustos en la región, porque abarcan toda la cadena de producción y no sólo el mercado local, sino lo que viene desde afuera.
¿Por qué la industria insiste en experimentar en animales?
– Es un tema que no ha evolucionado. Han cambiado las consideraciones éticas por el uso de animales de laboratorio, encontramos comités de bioética que piden que se cumpla el principio de las tres R (reemplazar, reducir, refinar), o que exista un bienestar de los animales de laboratorio, pero no un reemplazo, que es lo que apunta la ley. La urgencia de este tipo de proyectos de ley se da porque existe consenso de la comunidad científica en que no se requieren pruebas animales para la industria cosmética. Ya existen test alternativos, hay casi 30 guías publicadas para reemplazar la experimentación animal, que dicen que no necesitamos estas pruebas para cosmética. Existen otros ámbitos como la salud y farmacéutica, pero en el caso de la cosmética, hay consenso científico en dejar atrás el sufrimiento animal.
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