Experimentos en animales: algo que debes saber

El video de Save Ralph, contándonos la vida de un conejo como animal de laboratorio es un registro que dio la vuelta al mundo, este es sólo un ejemplo que ilustra la vida de seres sometidos a pruebas industriales para experimentación. 

¿Cuál es el estado actual de estas prácticas?

Lejos de disminuir, estas prácticas continúan vigentes “en nombre de la ciencia”, pese a que se ha demostrado su escasa validez, en comparación con otros estudios que desisten del sufrimiento animal para comprobar los efectos de productos para consumo humano.

Luego de fenómenos virales en todo el mundo, como la gripe aviar, la gripe porcina AH1N1, o la pandemia del Covid 19, el impacto sobre la industria ganadera incide en mayores medidas de mitigación de virus y control de producción bajo constante monitoreo, lo cual deriva en millones de animales desechados en la creciente industria cárnica alimentaria.

¿Cuáles son las diferentes prácticas?

Un informe de Peta advierte sobre las diferentes prácticas que se registran en la industria de explotación animal. El primer dato señala que son más de 100 millones de animales sacrificados al año, sólo en Estados Unidos, para pruebas de productos de uso humano.

En esta nota revisamos el sitio Animal Clock, el cual registra las muertes de animales a cada segundo, con importantes datos actuales sobre explotación de animales.

En materia de ciencia, el resultado de estos experimentos no es algo inefable. El 95% de las pruebas de medicamentos realizadas en animales, arrojan resultados diferentes en consumo humano, por lo que no se puede considerar como un mecanismo válido.

En el caso del cáncer, las medicinas probadas en animales alcanzan un 93% de rechazo al ser  contrastadas con otras pruebas médicas.

En este país, principal potencia económica industrial, existe una Ley de Bienestar Animal (AWA, por sus siglas en inglés Animal Welfare Act), pero el 99% de los animales usados para experimentación quedan fuera del marco legal de esta ley.

No existen en los registros oficiales, no cuentan con derechos, es mera explotación. Tampoco la ley asegura la protección, ya que entre 2010 y 2014, medio millón de animales registrados por la Ley AWA fueron sometidos a experimentos sin el uso de analgésicos.

La organización Peta Latino ha dispuesto de un banco de firmas, para apoyar las iniciativas que buscan eliminar las pruebas en animales, además de otras organizaciones que buscan certificar los productos que no usan animales de laboratorio en la prueba de sus productos.

¿Cuáles son los animales que se usan para estas prácticas?

Un informe de los principales animales usados para experimentación en Alemania, señala un uso predominante de ratas, seguido de cuyes, conejos, perros y gatos. En este texto, surge el debate sobre una mirada antropomórfica, que pone al ser humano al centro del universo, con el ecosistema a su alrededor para abastecer sus necesidades básicas.

Esto implica una mirada relativa sobre el reino animal, con algunos seres que pueden ser nuestras mascotas, como perros y gatos, y otros que son para experimentación, como ratones o conejos. Esto debe cambiar, y el reino animal debe recibir los mismos derechos en todas sus especies. 

En el texto de DW, Johann Ach, jefe del Centro de Bioética de la Universidad de Münster, plantea una interrogante esencial: “¿tenemos el “derecho” a usar animales para nuestros propósitos? ¿Y hasta qué punto? Una pregunta de tal índole debería estar regulada en la Ley de Protección Animal. Por lo menos eso esperaría uno. De hecho, la ley alemana establece: nadie puede infligir dolor, sufrimiento o daño a ningún animal por ningún motivo. La única pregunta es, ¿cuál sería entonces un “motivo razonable”?”.

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