Gobierno mexicano recomienda consumir menos de 8 por ciento de alimentos animales 

Gobierno mexicano recomienda consumir menos de 8 por ciento de alimentos animales 

Por Carlos Olivares

Gran noticia esta semana para les animales en México: el Instituto Nacional de Salud Pública difundirá en breve sus nuevas recomendaciones sobre el “Plato del bien comer” donde indica que se debe consumir menos de 8 por ciento de animales en nuestra dieta. Si hacemos tres comidas diarias, 21 semanales, eso equivaldría a comer animales 2 veces a la semana. Ojo, dice “origen animal”, osea carne, huevo y lacteos juntos.

Por su puesto quienes defendemos la liberación animal queremos que esa proporción llegue a cero,  pero aún así debemos celebrar y difundir en todas nuestras actividades estas nuevas recomendaciones que desnormalizan la explotación animal como algo deseable y hasta necesario. Las autoridades del Instituto Nacional de Salud Pública y de agricultura consideraron los aspectos salud y ambientales, no mencionan el aspecto ético hacia los animales.

¿Es esto un precedente?

Pero esta recomendación podría simplemente quedar en nada si no fuera porque también se está “cocinando” una Ley general de alimentación adecuada y sustentable, que le pondría “dientes” a estas recomendaciones (disculpen las metáforas alimenticias).  Esta ley está siendo impulsada por Igualdad Animal y por Alianza Alimentaria y Acción Climática A.C. Sigámosla con mucha atención.

Y es que la mala alimentación y el consumo de animales en particular es ya una severa emergencia nacional.

Un par de datos:

En el país tres de cada cuatro personas tienen ya sobrepeso u obesidad, y va empeorando. Coincidentemente, en México en 2021 fue el quinto país del mundo con mayor consumo de carne ¡Verguenza nacional!

También esta semana se anuncia que hasta el 5 por ciento del producto interno bruto se pierde debido al sobrepeso y obesidad, equivalente por ejemplo a todo el presupuesto destinado a educación, o diez veces el presupuesto destinado a ciencia y tecnología.

Entonces ¿desquita o no invertir en promover el plato del bien comer?

Los beneficios de esta propuesta van mucho más allá de la salud, también al aspecto ambiental. También Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural impulsa estar recomendaciones porque señala que la reforma al sistema alimentario es necesaria para enfrentar el cambio climático. Recordemos que la ganadería emite alrededor de 14 por ciento de los gases de efecto invernadero que causan cambio climático, más que todos los autos, aviones, barcos, trenes del mundo juntos.

Además, esta ley buscará eliminar el uso de plaguicidas en México, que dicho sea de paso, tienen un grave efecto sobre la fauna silvestre, lo que fue denunciado desde hace más de 60 años por la importante bióloga Rachel Carson en su ya legendario libro “La primavera silenciosa”.

Hacia la transición basada en plantas, ¿será?

La reforma del sistema agroalimentario está en marcha y debemos empujar para lograr la deseada transición de su homólogo basado en plantas, como se proponía recomendar el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático de la ONU. Por cierto, como parte de esta reforma hacia la liberación animal también se está por reformar en el senado el art. 73 para permitir legislar sobre bienestar animal.

Estas reformas avanzan en la perspectiva de “Salud ÚNICA” (ONE Heatlh) que recientemente ha adoptado Organización Mundial de la Salud. En ella se reconoce que la salud de los seres humanos, los animales domésticos y silvetres, las plantas y los ecosistemas en general están estrechamente vinculados y son interdependientes. Esa ha sido una lección dolorosa que nos ha dejado la pandemia.

No puedo dejar de invitar que reflexionemos sobre el hecho de que hace una semana la Organización Mundial de la Salud decretó el fin de emergencia sanitaria de COVID-19.

La tragedia oficialmente ya terminó. Todes seguramente conocimos a alguien que falleció por el coronavirus. Por la memoria de las 15 millones de personas fallecidas, redoblemos esfuerzos por hacer realidad un sistema que traiga salud para la humanidad y demás animales, y para la tierra toda. 

Y es que esta fue la cuarta pandemia zoonótica en lo que va del siglo XXI, todas, el SARS(2002), AH1N1 (2009) MERS (2012) y COVID19 (2019) derivan de la explotación animal industrial. A este ritmo nos faltan 15 pandemias antes del llegar al siglo XXII.

No le deseo eso a la humanidad ni a los demás animales. Es preferible actuar con decisión ahora, que seguir viendo morir a millones y millones de animales humanos y no humanos. Cómo dijo el poeta argentino Juan Gelman,  “Si me dieran a elegir, yo elegiría esta salud de saber que estamos muy enfermos”.

Referencias

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