Revelan graves irregularidades en el zoológico de Chilpancingo, México
En una rueda de prensa llevada a cabo el martes 31 de enero de 2’23 y transmitida por Facebook live, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Guerrero (Semaren) confirmó las varias irregularidades y casos de negligencia médica en la administración del del exdirector José Rubén Nava Noriega en el zoológico Zoochilpan en Chilpancingo, Guerrero, México.
La muerte de un venado, la venta irregular de borregos de berbería, las cuatro cabras pigmeas sacrificadas, cocinadas y cenadas en la posada de fin de año, el desconocimiento del paradero de cuatro watusis y una cebra, así como la desaparición de una guacamaya y un jaguarundi, además de dinero sin comprobar, son algunos de los señalamientos que demuestran el negligente actuar de Nava Noriega.
Estas prácticas se detectaron tras una investigación realizada por la Semaren en coordinación con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa)..
En relación al caso del venado, el titular de la Semaren, Ángel Almazán Juárez comentó, “de acuerdo con versiones recabadas de los mismos trabajadores se sabe que el exdirector estuvo más pendiente del festejo del Día de Reyes que del estado del venado, por lo tanto se concluye que la muerte del venado fue negligencia médica”.
Así mismo, permanecen desaparecidas una guacamaya y un jaguarundi, en el caso de la primera, se cree que fue víctima de tráfico ilegal de animales. “Cabe señalar que esta especie de guacamaya (Alerquín) no tiene valor de conservación, sino de reproducción con fines de aprovechamiento”, comentó Fernando Ruiz Gutiérrez, jefe de departamento de vida silvestre de la Semaren.
La Profepa determinará en próximos días las consecuencias correspondintes para el exdirector del inmueble, Nava Noriega.
La ambivalencia de las cabras 
En varios medios de comunicación mexicanos se manejó la noticia de las cabras cocinadas como un hecho escandaloso y nada ético y por supuesto lo es. Sin embargo cabe reflexionar, ¿por qué el consumo de estas cabras causa impresión y sentimientos encontrados cuando mueren miles de ellas de la especie considerada comestible? Ahí está la contradicción. el caso confunde y escandaliza, sin embargo es un claro ejemplo de especismo y de cómo culturalmente se percibe como falto de ética el comerse a las cabras pigmeas que habitaban el zoológico y no reciben la misma cortesía aquellas que se crían con fines alimenticios.
Todas las especies animales merecen y quieren vivir y no obstante esto, el caso del zoológico de Chilpancingo nos deja deja también un espacio para reflexionar sobre la viabilidad y permanencia de los zoológicos, su misión en la época actual y la vigencia de esta.
