Kiska, la orca más solitaria del mundo, ha muerto en cautiverio en Canadá
Kiska, la orca, murió a causa de una infección bacteriana en Marineland of Canada en Ontario. Fue secuestrada de su hogar en el océano hace más de cuatro décadas. En Marineland, pasó sus últimos años aislada en un tanque estrecho, nadando en círculos interminables o, a veces, flotando apáticamente. Como todas las orcas y otros delfines prisioneros en parques marinos y explotados como entretenimiento, ella merecía quedarse en el océano con su familia, donde podría haber experimentado una vida natural.
La triste vida de Kiska en Marineland
En septiembre de 2021, imágenes de un video mostraron que Kiska parecía golpear su cabeza y su cuerpo contra una pared de vidrio en el tanque estrecho en el que estaba aislada en Marineland. La vista y los sonidos de Kiska mientras parece golpearse la cabeza repetidamente contra el tanque en la trampa para turistas canadiense atormentaron a los espectadores, al igual que el resto de su desgarradora historia.
La muerte de Kiska marca el fin del cautiverio de las orcas en Canadá.
El país prohibió el cautiverio de ballenas y delfines hace años, lo que impidió que se criaran allí nuevos cetáceos y que se trajeran otros de otros lugares. Lamentablemente, Kiska se vio obligada a permanecer encarcelada hasta el amargo final, y las orcas todavía están prisioneras en los parques de SeaWorld en los Estados Unidos.
Noticia traducida de la original publicada en PETA