El duelo por un animal amado: tips para sobrellevarlo
Por: Fernanda García-Naranjo
“El amor es lo único que somos capaces de percibir que trasciende las dimensiones del tiempo y del espacio.” (Interestelar)
A principios de este año viví la pérdida de uno de los mejores amigos que la vida me ha dado. Se llamaba Ramiro y fue un gran compañero canino. Tuvimos una amistad inquebrantable y me enseñó muchísimas cosas, entre ellas, que no importa cuántas muertes experimentes, cada una es distinta y no te acostumbras a ello.
Y en efecto, no te acostumbras pero sí vas aprendiendo a vivir y abrazar tu duelo. Pero algo con lo que me he encontrado es que no todas las personas reconocen y sobre todo validan que vivamos un duelo por la muerte de un animal amado. Inclusive hay quienes lo minimizan o hasta se molestan por ello (duelo desautorizado[1]). Pero, ¿acaso no amamos con un mismo corazón a todxs los seres que nos importan? Entonces, ¿por qué tendríamos que hacer una distinción en cuanto a nuestros sentimientos hacia cada uno de ellxs? Por ello, decidí hablar del tema, porque lo que no se visibiliza no existe.
El proceso de pérdida
Estos meses han sido muy duros para mí pues el proceso del duelo por la muerte de Ramiro no ha sido nada fácil. En redes leí que “el duelo es como tener las costillas rotas, por fuera no se nota pero por dentro duele cada vez que respiras” y ¡cuánto sentido me hizo esa frase!
La frase me llevó a reflexionar y creo que podría describir el proceso del duelo como un laberinto, en el cual hay que caminar tanto hacia dentro cómo hacia afuera. Hacia adentro porque conectamos con nuestro dolor, permitiéndonos sentirlo y manifestarlo de diversas formas (llorando, recordando, a través de rituales y homenajes, etc.) y hacia afuera cuando nos permitimos desconectarnos de éste, despejando la mente y buscando sanar mediante diversas actividades (ejercicio, salidas con amistades, entrenamiento, etc.). Y es muy importante encontrar un balance entre ambos procesos.
Un dolor compartido
Hace muchos años yo pensaba que era la única que experimentaba este tipo de dolor pero con el tiempo fui encontrando gente en el camino que no solamente ha vivido algo similar sino que también me han ofrecido su comprensión, empatía y ayuda. Así fue como descubrí la tanatología, herramienta vital para quienes cuidamos a otros seres (y para muchos casos más).
También conocí las etapas del duelo[2]: negación, ira, negociación, depresión y aceptación, y la importancia de vivirlas y sobre todo no frustrarse si vas en una y de repente te regresas a otra, así como lo que Laura Vidal[3] describe como “destellos de dolor”, que son aquellos lugares, situaciones y hasta palabras que pueden desencadenar que revivamos un momento de inmenso dolor, éstos son casi inconscientes y pueden ocurrir aún muchos años después de haber experimentado la pérdida (aún cuando hayamos vivido un proceso de duelo sano).
Ojalá la Fernanda del pasado hubiera tenido estas herramientas desde el principio, ojalá hubiera tenido los conocimientos que ahora tengo, ojalá me hubiera reconciliado con la muerte desde mucho antes; pero ahora, les comparto un poquito de lo que he aprendido (disculpen sí hubo partes técnicas pero considero que es importante tener información para así conocer, reconocer y validar lo que estamos experimentando) y también les invito a permitirse sentir sus pérdidas, de la manera en que mejor les funcione pues no se trata de lo correcto o incorrecto sino de lo que les dé paz así como no hay un tiempo definido para vivir el duelo, cada proceso es tan único como la persona que lo experimenta.
Finalmente me gustaría compartirles que algo que tengo muy presente es que no perdí a Ramiro, simplemente se transformó y aunque no hay un cuerpo físico, el amor que nos tenemos es infinito.
Referencias
[1] Esta clase de duelo, reúne ciertas características como la falta de rituales, ausencia de soporte social, presencia de culpa y vergüenza, entre otras, que dificultan el proceso de la resiliencia ante el duelo. Doka, K. (2022). The role of ritual in the treatment of disenfranchised grief. En Doka, K. (Ed.) Disenfranchised Grief (p.135), Champaign, Illinois: Research Press.
[2] Kübler-Ross, E. y Kessler, D. (2006). Sobre el duelo y el dolor. (p.23), Barcelona, España: Ediciones Luciérnaga.
[3] Escritora, conferencista y especialista en gestión del dolor animal.