Desarrollan nueva insulina a base de plantas, más barata y segura que la tradicional
Un grupo de científicos han desarrollado insulina a base de plantas y aseguran que es una alternativa más barata y segura a las inyecciones de hormonas convencionales.
Según un nuevo estudio publicado en la revista Biomaterials, dirigido por Henry Daniell de la Escuela de Medicina Dental de Penn, la insulina a base de lechuga podría abordar muchos de los riesgos asociados con la administración tradicional de insulina.
Se estima que 537 millones de personas adultas viven con diabetes en todo el mundo y, aunque la insulina clínica se ha utilizado durante varias décadas, ha presentado varios desafíos.
En primer lugar, los métodos tradicionales de inyección a través de plumas de insulina pueden hacer que la hormona ingrese al torrente sanguíneo tan rápido que la hipoglucemia, una afección aguda en la que los niveles de azúcar en la sangre caen por debajo de un rango saludable, se convierte en una preocupación grave. Las bombas de insulina automáticas pueden disminuir el grado de riesgo, pero cuestan mucho y no todas las personas con diabetes pueden obtenerlas.
Además, la insulina clínica carece de uno de los tres péptidos que se encuentran en la insulina natural.
Insulina de origen vegetal
Para abordar los inconvenientes de los métodos de administración de insulina existentes, el laboratorio Daniell de UPenn creó una insulina a base de plantas que tiene los tres péptidos y se puede tomar por vía oral.
“El riesgo de hipoglucemia es una de las mayores desventajas del sistema de administración actual y puede incluso provocar un coma. Nuestra insulina, administrada por vía oral, tiene las tres proteínas y se administra directamente al hígado. Funciona igual que la insulina natural, lo que minimiza el riesgo de hipoglucemia”, dijo Daniell.
Esta insulina revolucionaria se fabrica utilizando una “pistola de genes” para incrustar los genes de la insulina humana en las resistentes paredes celulares de la planta de la lechuga, donde se convirtieron en parte de su material genético. Luego, la lechuga se cultiva, se liofiliza y se muele hasta obtener un polvo que se puede tragar.
La forma de Daniell de producir insulina es mucho más barata que la convencional, que involucra métodos y equipos complejos. La insulina tradicional también debe purificarse y almacenarse en un lugar frío durante el transporte. Mientras tanto, la insulina de origen vegetal es estable en almacenamiento; lo que hace que sea mucho más barato de almacenar y transportar.
“Con este sistema de administración, cambiamos todo el paradigma, no solo para la insulina. Para mí, la asequibilidad y el acceso global a la atención médica son la base de mi trabajo. Los pacientes pueden obtener un medicamento superior a un costo menor”, explicó Daniell.
Información traducida el español de su original publicada en Totally Vegan Buzz.