Discriminación contra personas veganas, ¿existe?

Discriminación contra personas veganas, ¿existe?

Cuando pensamos en discriminación, el veganismo es lo último que se nos viene a la mente.

Hay un dialogo en particular que la mayoría de quienes optamos por la alimentación vegana experimentaremos en algún punto de nuestras vidas:

Vegano: No, muchas gracias. No consumo productos animales, soy vegana (o). -El interlocutor hace una cara con mueca de extrañeza

No vegano: Pero pescado y huevo, ¿verdad? -Cuando escuchas por primera vez esta pregunta te parece una rareza que en su mente el pez no entre bajo la categoría de animal-

Vegano: Ammm, no, esos también son del reino animal.

No vegano: Y entonces, ¿de dónde sacas las proteínas…? -Este cuestionamiento va acompañado de un lenguaje no verbal impreso en el rostro de la persona y navega entre la preocupación, la extrañeza, el hastío y el desagrado-

Cuando fue mi turno de tener la conversación arriba referida, lo que más ruido me causó fue su repetición constante, además de ello y con la convicción de sostener los argumentos reprobatorios ante mi dieta basada en plantas, algunos de mis interlocutores se tornaban antropólogos físicos, otros nutriólogos, unos más defensores de las plantas, había también los teólogos e incluso aquellos que se personificaban como leones al comparar al ser humano con esta especie carnívora y su necesidad por el tipo de alimento.

Los comentarios han continuado por doquier: en reuniones con gente nueva, reencuentros con conocidos, comidas familiares, memes constantes en grupos de Whatsapp o en publicaciones de Facebook; la experiencia es recurrente y hasta hoy, no sé de nadie de mis homólogos que no reciba una reacción similar por lo menos una vez al mes.

¿Qué dice la academia?

A este respecto, el filósofo Oscar Horta en su reflexión Discrimination Against Vegans (2018) expone la discriminación contra los veganos y explica las formas de vegaphobia ejercidas por los no veganos: cuando las personas hacen bromas o señalamientos desagradables acerca del veganismo, cuando comen carne frente a un practicante para ofenderlo o ridiculizarlo y cuando los acosan de otras maneras similares. Así mismo aborda la discriminación institucional o social, la primera sucede cuando no se encuentran opciones veganas de alimentos disponibles, como es el caso de las esferas privadas donde los familiares y amigos organizan reuniones sin tomarlos en cuenta. Dentro de las segundas considera que uno de los escenarios es cuando el practicante vegano se ve obligado a acceder a medicamentos cuya fórmula utiliza como excipiente algún ingrediente derivado de animal o que fueron probados en animales.

Por supuesto que en nuestras sociedades occidentales contemporáneas (porque aunque no lo crean no en todo el planeta sucede) siempre se encuentran maneras de señalar al otro por algo que no nos gusta o simplemente no entendemos. La ignorancia no es un yerro, sí lo es errar sabiendo que se desconoce sobre el tema y aún así se opina, sea cual sea el tópico.

Invitemos a nuestros amigues no veganes (y nosotros mismes) a preguntar todo lo que se les ocurra sobre el tema, ya sea a Google y en fuentes veraces, despejemos sus dudas de la manera más cortes posible para que construyan opiniones informadas, recuerden que a nadie nos gusta ser señalados, menos aún por lo que comemos, sea cual sea su origen.

Referencias:

Horta, Oscar. (2018). Discrimination Against Vegans, recuperado de https://link.springer.com/article/10.1007%2Fs11158-017-9356-3

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